martes, 16 de enero de 2007

Rosas y baobabs


He leído cientos de miles de veces El Principito. El Principito para mí, es como para él sus atardeceres; lo leo generalmente cuando estoy triste. es el libro más impresionante que se haya escrito jamás y en cada letra viene de regalo una sorpresa que en algún momento de la vida llegará la ocasión de mostrarse o ser descubierta.
Pero tengo muchas dudas aún, que espero ciertamente, a medida que pasen los años y transcurra mi existencia, pueda ir abriendo estas pequeñas cajas de sorpesas, bonus o puntos, vitaminas!. Una de mis dudas es sobre las Rosas y los baobabs:
Según cuenta este chico,los baobabs son árboles temibles, pues crecen en tal magnitud que llega un momento en que sus raíces perforan el planeta donde vive y lo hacen estallar. Es por esta razón que él se levanta cada mañana y revisa las hierbas pequeñas en busca de futuros baobabs para extirparlos.
Extrapolando la idea de los baobabs a las personas y no a los pensamientos, esta resulta ser una tarea extremadamente ardua, pues como no le gusta decir a un amigo mío: "caras vemos, corazones no sabemos".
Para peor, esta tarea se ve dificultada aún pues las Rosas cuando pequeñas se parecen mucho a los baobabs. El principito debe distinguir entonces entre una rama de rosal y un baobabcito para no arrancar la rama equivocada, en este caso, la rosa.
Sin embargo, sabemos que el Principito se perturbó con su rosa, no la comprende y finalmente debe dejarla. Fruto de este viaje aún maravilloso por diferentes planetas y la tierra, él muere.
Entonces qué le hizo peor, si un baobab es capaz de destruir su planeta, pero una rosa es capaz de destruirlo a él?

Hace 12 años un hombre me partió el corazón. Aprendí entonces que si uno no pega el palazo, te lo pegan a tí, y desde entonces anduve con el hacha en la mano y la cara llena de risa. El año pasado -ahora entiendo que erróneamente- dejé mi armadura en un portal. Hoy, 12 años después estando yo desarmada me he quedado con apenas un trocito de corazón. Es curioso que hoy quien estuvo allí para apoyarme haya sido el primero de esta historia. Y se lo agradezco mucho. Como él me dijo hoy, "no se encuentran flores desde el barro"...menos podría cuando la flor de que se trata es una rosa única en su especie, única entre millones por lo que has dedicado a ella.

Duele, pero es lo mejor que me pudo pasar. Estoy segura de eso. Vendrán ya las lluvias suaves.