martes, 1 de mayo de 2007

Si yo no sé leer

Aunque ya me han pasado varias causas en la corporación, el lunes me tocó atender personalmente por primera vez a un cliente. Una causa de deslindes, donde mi patrocinado sostiene que su vecino le tomó una parte de su terreno. Todo esto no tendría gracia alguna si no fuera por un pequeño detalle: mi patrocinado no sólo vive en una quebrada en la punta del cerro, sino que además es analfabeto. No se trata de un caso, como pretenciosa y soñadoramente oímos decir en la TV, que analfabeto es aquel que no sabe ocupar el pc. Este señor de 60 años no sabe leer ni escribir.
Había estado alguna vez haciendo trabajos sociales cerca de los piojos, de la sarna, de la violencia intrafamiliar, pero nunca había conocido a alguien analfabeto. O al menos, nunca había tenido que explicarle algo complejo. Y fue una experiencia demoledora, porque no es sólo que el señor no pueda sentarse a leer el diario, total alguien se lo podría contar; sino que estamos frente a alguien que no puede señalarme su casa en un plano porque no reconoce el nombre de la calle donde vive. O sea, sabe como se llama su calle, pero en el plano no puede leer el nombre de la calle. Ni el número de su casa. El señor miró el plano que le mostré y miró hacia el suelo para decir "es que no sé leer". Ouch. Vamos entonces a entendernos sólo por dibujos.
Me enfrento al segundo problema. No se trata de un deslinde en un terreno cuadrado como todos lo entendemos; me intenta explicar que se trata de una quebrada, donde las latas del vecino lo están molestando...yo pensaba todo el rato: "Pía abre tu mente" intentando imaginar lo que el señor me explicaba que era su vivienda para poder entender su problema.
Cuando el señor se fue, me quedé con la tarea de -además de redactar la demanda- tratar de ponerme en el lugar de un analfabeto. Cómo sería vivir en un lugar donde los códigos de comunicación entre todas las personas son algo ajeno a mí. Hay cosas increíbles: cómo diantre elegimos qué película ver si no vemos la cartelera del cine, para qué hablar de subtítulos. Qué micro tomamos si vamos a un lugar nuevo y no nos sabemos el color de la micro; cómo sabemos qué canciones vienen en un cd, en un cassette, cómo sabemos si está bien escrito nuestro propio nombre en nuestro propio carnet de identidad. cómo sabemos qué precio tiene cada cosa!. Cómo saber si estamos o no frente a un producto que andamos buscando si no podemos saber qué chucha dice la etiqueta. O algo a lo que este señor debe enfrentarse muy seguido: "llene esta ficha aquí".
Sin duda el analfabetismo sí que es una discapacidad. Una discapacidad que nuestra sociedad crea, como una falla de la matrix.
Piensen un poco en eso. Cómo es la vida de un analfabeto.
Por lo pronto me contento con que Bonvallet sea técnico de Temuco. Vamos Temuco!!

1 comentario:

Regina Falangi dijo...

ponerse en el lugar de otro

eso si que es difícil

más aún si su vivencia ha sido taaan distinta a la de uno.....es que no me cuadra el no saber leer......no podría hacer nada de nada!!

en las calles una vez nos preguntó una señora si no teníamos algún terreno que nos sobrara...

realidades ajenas

saludos pía!
jpbr